"Si dejas de aprender, dejas de enseñar" (Joan González)

2012/10/04

ARBITROS...ENTRENADORES...UN BIEN NECESARIO

Recientemente he asistido a la charla entre entrenadores y árbitros que anualmente se celebra por parte de la Federació Catalana de básquet a través del Comité Tècnic i Escola, i Comité d’àrbitres de Catalunya.
Estos encuentros tienen como objetivo poner en común los criterios del arbitraje, las posibles modificaciones que se hacen del reglamento y también para que estos dos colectivos trabajen juntos por y para el bien del baloncesto.

He dicho también que no me parece bien que vengan casi todos los árbitros (obligados o no) y que casi no haya entrenadores en este tipo de actos. Es en estos espacios donde hay que canalizar las quejas, las inquietudes, las dudas y también favorecer el intercambio de relación entre los dos colectivos.

Es un corto espacio de tiempo, pero da para conocer a algunos árbitros fuera del plano profesional, conocer también sus inquietudes, que piensan de los entrenadores, como se relacionan con ellos, que esperan de nosotros, que les molesta (aunque esto casi todos lo conocemos) y sobretodo que podríamos hacer los dos colectivos para mejorar una relación tan necesaria en el campo de juego.

A mi como entrenador (y me voy a mojar) me encanta cuando veo a los árbitros salir a la pista concentrados, pero empaticos y con ganas de “pitar” (y eso se nota compañeros árbitros). Me encanta cuando un árbitro es capaz de decirme: “González hasta aquí” y ya sabes que estas en la línea de fuego cuando ellos creen que quizás has llevado la protesta demasiado al límite del reglamento. Me encanta cuando le discutes una acción al árbitro y te guiña el ojo como diciendo: “Ok a tu comentario, pero ya estoy en ello”. Me encanta cuando quizás aprietas a un árbitro más que al otro y su compañero te mira con esos ojos, que tu ya sabes que quieren decir: “No le aprietes mas”. Me encanta cuando en un tiro libre hacen dos pasos atrás para escucharte y entablas una conversación con ellos. Para mi esta es la esencia relacional entre entrenador y árbitro. Le discutes una falta y el te dice serenamente: “Joan, la he visto clara no podemos discutir sobre eso, estoy seguro de no haberme equivocado”, y yo asiento y ante esto no puedo hacer nada...pienso “tendrá razón”. Pero también me gusta cuando te dicen: “Quizás lleves razón en esta acción, ha sido muy justa... intentaré estar mas atento” y tampoco puedes decir nada, por que todo es susceptible en un segundo. Me encanta ver como un arbitro es capaz de tener una charla con un jugador con el tiempo parado, más aún como algún árbitro es capaz de tener esta charla con un jugador cadete i/o júnior instruyéndole y ayudándole en un aspecto del reglamento...Es en este momento (y en otros evidentemente) cuando un árbitro gana prestigio. Como dijo Juan Carles Mitjana, no hace falta decir “aquí mando yo”, por que es óbvio que lo sabemos, el cómo mandas si es importante para hacerte respectar en una cancha
Compañeros árbitros también me gustaría que valorarais nuestras protestas como parte del juego. Que intentamos controlar el banquillo como tanto os gusta decir, que intentamos no salir de la caja, que intentamos no hacer gestos para provocar a la afición sobre determinadas acciones y no echaros el público encima. Que también nos equivocamos, pero en otras... quizás en algunas llevemos razón.
Dicho esto y aunque muchos digan que somos colectivos antagónicos, yo prefiero, quiero pensar que estas reuniones, estos encuentros son necesarios para el bien del baloncesto.

Eso si...las intervenciones, las exposiciones tendrían que ser mas abiertas. Me gustaría ver exposiciones de entrenadores sobre temas concretos y también a árbitros exponiendo aspectos que puedan ayudar en el desarrollo del juego.

El baloncesto siempre ha sido ejemplar en modificaciones de reglamento, en la búsqueda del espectáculo y en la relación de los entrenadores y jugadores con los árbitros, respecto a otros deportes. Hagamos un paso mas y aprovechemos estos encuentros para decir lo que pensamos, mientras pensamos lo que decimos.. De nuestra pedagogía depende la educación en valores de respeto de los jugadores.